Los casinos nacieron en Italia, inmortalizaron Las Vegas y hoy son ya una de las industrias más importantes dentro del mundo del entretenimiento.
La mecanización de los juegos de azar, que desde tiempos prehispánicos han despertado gran interés en las personas, ayudó a los dueños de los casinos a incrementar sus ganancias y llevar un mejor control sobre ellas.
Al mismo tiempo, los comprometió a trabajar de la mano de la tecnología.
Como esta crece a pasos agigantados, su evolución como industria ha sido una carrera a contratiempo en los últimos años.
Tan solo en Estados Unidos hay más de dos mil casinos; Rumania y República Checa rebasan los cuatrocientos, mientras que Eslovaquia, Canadá y México cuentan con más de doscientos.
Ahora apuntan a la era digital, con apuestas online que permiten a la gente apostar desde donde estén, y en un futuro cercano buscan adentrarse al metaverso.
Sin embargo, en medio de toda esta revolución causada en gran medida por la pandemia y sus estragos (tanto económicos como sociales), los casinos deben cuidar también la interacción entre los jugadores.
Los clientes agradecen la comodidad de apostar a la distancia, desde una Tablet o celular.
Pero el que las personas vayan directamente a los casinos, jueguen y consuman, representa un ingreso importante para los dueños de estos negocios.
Para lograrlo, deben brindar experiencias únicas que despierten el interés de la gente y establezcan un medio diferenciador entre el apostar a la distancia e ir al lugar.
¿Pero qué?
El futuro de los casinos y la posibilidad de ofrecer experiencias inmersivas a través de los simuladores deportivos.
Los simuladores fueron lanzados al mercado con la intención de facilitar la práctica deportiva.
También se crearon para ofrecerles, a los deportistas, una nueva herramienta para mejorar sus sesiones de entrenamiento.
Sin embargo, el tiempo los ha convertido también en una interesante opción en materia de entretenimiento
Aprovechan al máximo los avances de la tecnología, pero no descuidan la esencia deportiva.
Esto es justamente lo que buscan las personas:
La comodidad que ofrece la era digital con la interacción del mundo real, algo que echaron de menos durante la pandemia.
¿Cómo un simulador deportivo puede sumarle a la industria de los casinos?
El que un casino cuente con un simulador de béisbol, por ejemplo, puede permitirle a los dueños de estos negocios armar challenge, torneos y hasta ligas que generen comunidad entre los clientes y atraigan a cada vez más personas.
Strikezon, que pertenece a la empresa pionera y líder en la industria del entretenimiento deportivo a nivel mundial: Golfzon, es un claro ejemplo de cómo se puede utilizar la tecnología para lograr experiencias inmersivas y divertidas.
Sus cabinas cuidan el menor de los detalles para que las personas sientan como si estuvieran jugando en un campo de verdad.
A diferencia de las tradicionales cajas de bateo, Strikezon no solo te lanza la bola esperando a que conectes con ella.
Cuenta con distintos modos de juego.
También te permite simular partidos completos en grupos de hasta dieciocho personas, garantizando una experiencia similar a la de un estadio.
¿Por qué no pensar que el futuro de los casinos puede estar en los simuladores deportivos?
En México existen conceptos como Batbox.
Ahí puedes disfrutar de estos simuladores mientras convives con amigos, ves tus deportes favoritos y acompañas el momento con deliciosos alimentos y bebidas con esencia deportiva.
¿Quieres conocer más sobre este y otros conceptos similares?
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